Por Cristian Mejía, AHK Ecuador
La necesidad de una adaptación rápida de la economía regional y global a las necesidades impuestas por el cambio climático abren nuevas oportunidades de desarrollo para Ecuador y países similares de la región. Las características de la matriz energética de muchos de los países latinoamericanos indican que la región puede convertirse en un motor de la economía verde en un futuro cercano si se adoptan medidas técnicas, regulatorias y financieras rápidamente y de forma eficiente para aprovechar estas oportunidades y tendencias actuales. En este sentido, el Ecuador ha iniciado ya el proceso de incorporarse en la construcción de una economía global de hidrógeno verde considerando las ventajas competitivas del país en esta naciente industria.
Todos sabemos que la industria del hidrógeno no es nueva, llevamos produciendo H2 de manera industrial desde hace siglo y medio. Lo nuevo, es producirlo de manera sustentable en base a energías limpias y renovables. La industria actual de gases industriales representa alrededor de US$ 130 mil millones por año. Este sector económico se ha desarrollado por diferentes empresas de manera exponencial a lo largo de 150 años. Se calcula que para 2030 la industria de hidrógeno de bajas emisiones alcance el mismo valor y que para el 2050 supere este valor por 10. Esto le ahorrará al planeta alrededor de 6 gigatoneladas de CO2 al año.
Tomando en cuenta este escenario, países como el Ecuador no pueden dejar de lado la posibilidad de volcar sus esfuerzos hacia esta nueva industria, especialmente cuando el país cuenta con tres elementos importantes para incorporar el hidrógeno en su matriz productiva. Primero, el país cuenta con una matriz energética ampliamente renovable con una capacidad de generación instalada de 6366.20 MW del cual alrededor del 70% ya proviene de fuentes renovables, en su mayoría hidroeléctrica. En segundo lugar, el país tiene un potencial de expansión renovable que supera en 2000 MW la capacidad de generación actual.
Por ejemplo, se calcula que en geotermia se podrían producir cerca de 8 mil MW anuales. Biomasa es otra posibilidad alcanzando los 224.500 TJ especialmente desde la industria de palma, banano, arroz y cacao. E incluso, el mismo elemento hidroeléctrico aun tiene una capacidad de expansión de 35.5 GW. Por último, el Ecuador cuenta un sector privado-industrial en pleno desarrollo que está dispuesto hacer rápidamente el salto hacia el uso de h2 de bajas emisiones. En este sentido, existen empresas relacionadas a los sectores de minas, cemento, papel y acero, que están realizando fuertes inversiones en reducir su huella de carbono e incluir h2 azul o verde en sus procesos industriales.
Es por todo esto, que la Cámara Ecuatoriano Alemana AHK ha venido trabajando los últimos dos años en promover el ecosistema de hidrógeno en Ecuador a la vez que se crean alianzas a nivel internacional. Nuestra principal iniciativa ha sido la creación de la Asociación Ecuatoriana de Hidrógeno H2Ecuador, en concordancia con lo realizado en países vecinos. Esto facilitará la articulación de los diferentes actores a lo largo de la cadena de valor de hidrógeno, el sector público y la academia. En este sentido, se han desarrollado varias actividades de gran relevancia como la segunda edición del Seminario Internacional de Energía Renovable e Hidrógeno Verde realizado el 31 de mayo de 2023.
Este y otros eventos se han diseñado para fortalecer la relación entre los diferentes sectores importantes para la adopción de medidas económicas y regulatorias en favor de una economía nacional de hidrógeno. Más importante aún estos espacios han servido para identificar varios elementos que podrían frenar la inclusión de H2 como factor importante de la economía nacional. (i) Falta de una estrategia clara de hidrógeno verde, (ii) falta de conocimiento en el sector público y de los tomadores de decisiones sobre los beneficios de esta nueva industria, (iii) falta de capacidad y conocimiento técnico, (iv) problemas en el sistema de almacenamiento de energía y en la extensión de la red eléctrica y en el mantenimiento de las grandes hidroeléctricas.
No obstante, se están realizando grandes esfuerzos desde todos los frentes para corregir estas falencias y recuperar el terreno ante otros posibles competidores. Actualmente, la Hoja de Ruta de Hidrógeno Verde del Ecuador está en su última etapa de redacción. El sector público ha desarrollado varios mecanismos para entablar relaciones más estrechas con posibles consumidores de hidrógeno o productos derivados en Europa y Asia, además de desarrollar mecanismos de financiamiento con multilaterales como el BID y el Banco Mundial. Y el sector privado está realizando fuertes inversiones y coordinándose de manera natural alrededor de la Asociación Ecuatoriana de Hidrógeno.
Solo cabe esperar que en los siguientes años se cumplan las diferentes etapas establecidas por la hoja de ruta, así como las necesidades de financiamiento e inversión en cada sección de una economía verde basada en fuentes como el hidrógeno verde. Para el Ecuador, como para la región es una oportunidad de reindustrialización que no se puede dejar pasar. Desde la AHK Ecuador, estamos prestos a impulsar este cambio y a construir mecanismos y relaciones que fomenten el desarrollo de H2 en el Ecuador y América Latina.