Grupo ANCAP anuncia el primer proyecto de e-fuels en Uruguay

La planta producirá 250 millones de litros de combustibles sintéticos anuales en Paysandú.

La planta producirá 250 millones de litros de combustibles sintéticos anuales en Paysandú.

En un importante hito para Uruguay, el país adjudicó oficialmente su primer proyecto para la producción de e-fuels a partir de hidrógeno verde. Continuando con su transición energética, este paso agrega un nuevo eslabón en la cadena de valor del hidrógeno de Uruguay, llegando a la producción de derivados como metanol verde y gasolina sintética, esenciales para descarbonizar la industria del transporte y, ya que son químicamente equivalentes a los combustibles fósiles, pueden ser transportados por oleoductos, barcos o camiones existentes y utilizados en los motores de combustión actuales sin necesidad de hacer modificaciones tecnológicas.

El Grupo ANCAP (Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland), socio de H2LAC, a través de la subsidiaria Alcoholes del Uruguay (ALUR), anunció la construcción de instalaciones de hidrógeno verde en el departamento de Paysandú. La iniciativa se llevó adelante mediante un proceso competitivo para utilizar el dióxido de carbono biogénico que tienen disponible desde la planta de etanol de ALUR, que al ser combinado con hidrógeno verde en un proceso de síntesis permite obtener metanol verde, el que puede ser convertido en combustibles sintéticos. Se trata de una de las mayores inversiones que ha visto el país, contemplando alrededor de US$ 4.000 millones.

Con el propósito de conocer mejor la iniciativa, desde H2LAC conversamos con Jorge Ferreiro, Jefe de Hidrógeno de ANCAP, Álvaro Lorenzo, Gerente General de ALUR, y Walter Bisio, Gerente Técnico y de Proyectos de ALUR.

Impulsando la industria de los e-fuels en Uruguay

La industria de los combustibles sintéticos está viviendo avances significativos, con empresas internacionales en busca de ubicaciones convenientes para llevar a cabo sus proyectos a partir del desarrollo de hidrógeno verde. En este contexto, Uruguay ha surgido como un actor relevante debido a la disponibilidad de CO₂ biogénico y biomasa, así como a su capacidad de producción y eventualmente de exportación.

En este marco, el Grupo ANCAP reconoció la oportunidad de seleccionar un desarrollador privado para llevar a cabo el proyecto, con un enfoque específico en la producción de metanol verde y gasolina sostenible.  Para ello se realizó una convocatoria que fue evaluada con el apoyo de la consultora especializada en energía y movilidad sostenible, Hinicio.

El proyecto seleccionado “HIF Paysandú”

Se seleccionó la propuesta presentada por la empresa HIF Global, considerando su experiencia adquirida en otros proyectos como Matagorda en Estados Unidos, Tasmania en Australia y el Proyecto Haru Oni (piloto) y Cabo Negro (escala comercial) en Chile. La iniciativa tiene como objetivo la producción anual de 250 millones de litros de e-gasolina mediante la captura de 710.000 toneladas de CO₂ provenientes de la combustión de biomasa y destilación de alcohol de cereales, así como la producción de 100.000 toneladas de hidrógeno verde al año. Esto equivale a la descarbonización de más de 150.000 vehículos al año. De hecho, comparativamente, será más grande que el proyecto Cabo Negro en Chile, que contempla una producción de 66 millones de litros anuales de e-fuels.

Para lograrlo, la nueva planta HIF Paysandú contempla la instalación de un electrolizador alcalino de 1 GW de potencia y la implementación de 2 GW adicionales de generación eléctrica renovable en el país, provenientes de fuentes solares fotovoltaicas y eólicas.

El proyecto requerirá una inversión aproximada de alrededor de US$ 1.985 millones para la captura de CO₂, producción de metanol y refinamiento de gasolina sintética. Además, se destinarán otros US$ 2.000 millones para la instalación de parques eólicos, granjas solares fotovoltaicas y líneas de transmisión en un radio de hasta 180 km de la ciudad de Paysandú.

El proyecto está enfocado principalmente en la exportación al mercado europeo. “Esto no significa que no pueda hacerlo [abastecer también al mercado local], ya que Uruguay también está en transición y tiene los mismos objetivos y compromisos ambientales para 2050 de eliminar el uso de combustibles de origen fósil”, indica Álvaro Lorenzo, gerente general de ALUR.

Aunque aún no se puede dimensionar completamente el impacto que HIF Paysandú tendrá en la matriz de exportaciones de Uruguay, se reconoce que el aporte será de gran escala y relevancia para el país. “Es la inversión más grande realizada por una empresa en Uruguay, superando incluso a las inversiones de las empresas productoras de celulosa en los últimos 15 años” concluye Jorge Ferreiro, Jefe de Hidrógeno de ANCAP.

Inicia la etapa de factibilidad

El estudio de factibilidad se completará a finales de este año, por lo que se estima que el proceso de toma de decisión final de inversión (FID, por sus siglas en inglés) tome aproximadamente un año y medio. Según Walter Bisio, Gerente Técnico y de Proyectos de ALUR, “el estudio de factibilidad será una profundización de los parámetros que ya utilizamos para evaluar los proyectos conceptuales”. La fase de construcción está contemplada entre 2025 y 2026, mientras que se espera que la operación comercial del proyecto comience en 2027.

De igual manera, se definirán los términos y condiciones del proyecto y se evaluará la posible participación del Grupo ANCAP o del Estado uruguayo, de acuerdo con los términos establecidos la convocatoria, que podría llegar a un 30%, como un socio minoritario de la iniciativa. Por lo pronto, “la participación del Grupo ANCAP aún no está definida y se decidirá más adelante”, indica Lorenzo.

El impacto para Paysandú

El departamento de Paysandú cuenta con una trayectoria industrial importante que sienta bases fundamentales para la mano de obra del proyecto. Además, cuenta con una universidad tecnológica, UTEC, y un centro de formación técnica cerca de la planta industrial. “Normalmente, no se encuentran lugares donde están el CO₂ biogénico, las energías renovables y la mano de obra, entonces se han sumado muchos aspectos que hacen que esto sea algo esperanzador para Uruguay”, destaca Bisio.

De esta forma, HIF Paysandú prevé ocupar casi 1.600 empleados a tiempo completo durante la etapa de construcción (alrededor de 30 meses), con picos de más de 3.200 y que luego dará trabajo a 300 personas a tiempo completo en forma permanente para la operación. Además, se compromete una inversión de US$ 1,2 millones en iniciativas de investigación, desarrollo e innovación.

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